Por: Rogelio
Los que transitan por el camino del éxito miran hacia el frente nunca hacia atrás.
Para mucha gente, la palabra “fracaso” tiene un sentido de irrevocabilidad. En cambio, para un líder triunfador el fracaso es un principio, el trampolín al esfuerzo renovado. Los líderes simplemente no piensan en el fracaso. Esto nos quedó claro después de haber entrevistado y estudiado a 90 hombres y mujeres de éxito (dirigentes empresariales, senadores, entrenadores y otros). En realidad los que están al mando ni siquiera usan la palabra; emplean sinónimos tales como “error”, “arranque en falso” y “contratiempo”.
Uno de ellos comentó: “si conozco una forma artística de liderazgo, consiste en cometer todos los errores que pueda en el menor tiempo posible con el propósito de aprender”. Otro recordó una famosa frase del presidente norteamericano Harry Truman: “Cada vez que tomo una mala decisión, me limito a salir y tomar otra”.
Fletcher Byrom, presidente retirado de la compañía de materiales de construcción Koppers, al ser interrogado sobre cual había sido la decisión más difícil de su vida, respondió: “No se lo que es una decisión más difícil. Todo lo que puedo hacer es ofrecer mi mejor esfuerzo. El que se preocupa pone obstáculos en el camino del pensamiento lúcido”.
William Smithburg, presidente de la empresa estadounidense Quaker Oats, asumió la responsabilidad de dos “errores”. La adquisición de un negocio de videojuegos que se vino abajo, y un negocio de accesorios para animales domésticos que compró y luego tuvo que cerrar. Posteriormente dijo a sus empleados:
“Quiero que corran riesgos. No hay en esta compañía ningún director que no haya tenido que ver con algún producto que resultara un fracaso, y en esto me incluyo. Es como el que se inicia en el esquí: no cae sino que aprende”
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